domingo, 10 de octubre de 2010

FIESTA DE NUESTRA MADRE DE LA MERCED

El pasado 24 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de las Mercedes, tuvo lugar en nuestro colegio de Villacarrillo una Eucaristía en honor de “nuestra Madre cariñosa que dispensa gracias sin cuento a los que se refugian bajo su nombre” y que, a su vez, supuso el punto de partida en el camino que iniciamos con el nuevo curso. Fue el “Pan del Cielo” que nos dará fuerzas para caminar.
Este año hemos pensado desde Pastoral que fuera una Eucaristía especialmente dirigida a las familias, pues creemos que es muy importante que los padres reciban la riqueza de fe y valores que se les transmite a sus hijos en el colegio. En este sentido hemos de profundizar a lo largo del curso cómo transmitir a todas las familias el “espíritu mercedario”.
La Eucaristía, que se celebró en el patio del Colegio, y que fue presidida por Don Andrés, el nuevo párroco de la Parroquia de la Asunción de Villacarrillo, comenzó con la procesión de la Virgen de las Mercedes, que era llevada en andas por niños del Colegio, y cuyo acompañamiento eran numerosas familias: padres e hijos de la mano que iban detrás de Ella. La imagen de Nuestra Señora se situó en un lugar preferente al lado del Altar y presidió toda la Celebración.
Antes de comenzar la Misa, se desplegó una gran bandera con los colores del escudo mercedario (rojo y amarillo) que cubría toda la fachada que estaba justo detrás del lugar donde estaba situado el Altar y que recordaba que estábamos viviendo un gran día de fiesta. Para empezar, un profesor -Juan del Arco- hizo de monitor, indicándonos el gran acontecimiento que íbamos a vivir en honor a María. Las lecturas fueron leídas por padres. Por su parte, don Andrés con su homilía nos ayudó a profundizar en el amor a nuestra Madre del Cielo. Los cantos los hicieron niños del colegio ayudados por la guitarra de Sor Rosa. En medio de un profundo silencio, Jesús se hizo presente en el Altar y tras la Comunión una madre hizo una oración de consagración de los niños y sus familias a María de la Merced, invitando a los padres a que entregaran con gran confianza sus hijos a la Virgen. Con la bendición terminó la Eucaristía.
Queremos que esta Celebración eucarística se renueve todos los años y que sea el comienzo de una revalorización profunda, a la vez que festiva, del día de Nuestra Madre de la Merced, como Día Grande en nuestro Colegio, punto de referencia para niños y familias enteras, porque como decía el Padre Zegrí “Nuestra Señora de la Merced es de todos y para todos, pues no hay título más dulce, invocación más suave, nomenclatura más amplia que la Merced y Misericordia de María”.
Madre de infantil.

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