“la caridad no concluirá mientras haya un solo dolor que curar”. Así lo ha entendido Paqui Crespo, presidenta de la cofradía Nuestro Padre Jesús de la Caída y de la oración en el huerto y madre de una alumna de 3º de ESO. Por eso, hace 5 años que junto con sus cofrades apadrinaron a una niña peruana Alexandra Puppi. Y no sólo se preocuparon de su escolarización sino también de su salud. Alexandra nació con una malformación en su mano izquierda, tan sólo tenía el dedo pulgar deforme y el resto de los dedos pequeños salientes. Ellos hicieron las gestiones para la reconstrucción de su mano.
El 9 de septiembre en el teatro Coliseo un grupo de jóvenes cofrades junto a algunos veteranos profesionales del teatro representaron el musical”Nuestros mejores años”
Todo un éxito que hará posible otras intervenciones a Alexandra hasta que su mano quede del todo reconstruida.
¡Felicidades artistas y felicidades cofrades por hacer realidad el sueño del Padre Zegrí no dejar si posible fuera un solo ser abandonado, sin educación religiosa y sin recursos”
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